(Publicación íntegra del libro agotado bilingüe inglés español)


Escocia desierta

 

Todos esos estrechos, lagos y estuarios…

 

***

 

Y las gaviotas en el embarcadero de Largs :

sentado en ese café

al lado del ventanal lleno de viento y luz

leyendo y observando

 

***

 

Recordando el hielo

viéndolo descender

desde la alta arista central

hasta el Atlántico

 

sintiéndolo penetrar los lagos

esculpir los bordes de las rocas

limar las extensas playas

 

la tierra emerge

golpeada y aturdida

en la luz ártica

 

pájaros bobos se reúnen en las islas

águilas en las colinas cubiertas de pinos

el lino silvestre retoza en el viento

 

los hombres llegan mirando a su alrededor

como llamarlo?

Alba

 

***


Meditaciones de blanca playa

contemplaciones de montana

impresas en la mente

 

***

 

Alguien dejo huellas de su presencia

allá en Bute y en las Islas Garvellach

y en el Canal de Kilbrannan

Brandan, el santo viajero

 

Brandan fue tal vez un creyente

pero eso qué importa

fue ante todo

un navegante

una silueta que milla ras milla

bordeo los cabos

entre las islas

trazando un camino

entre espuma y nube

atento a las líneas del mundo:

 

Canal de Islay

Estuario de Lorn

paso de Tiree

Canal de Mull

Skerryvore y Punta de Barra

Lago Alsh, Estrecho de Rhea

Canal de Raasay

 

***

 

Ah, el sonido cristalino de las palabras

y un mundo

¡abriéndose, abriéndose!

 

***

 

Otras figuras como ésta

cruzan la escena:

Kentigern lo mentaban

 

en la iglesia que yo frecuentaba

a los nueve anos

un vitral gris-azul

representaba un hombre

con un libro entre las manos

a la orilla del mar

predicando a las gaviotas

 

Perdido en el vitral

olvidaba el sermón

(sobre el bien y el mal

con metáforas confusas

y pesadas comparaciones)

impaciente por retornar

a la playa desnuda

y caminar horas enteras

a veces con un libro en la mano

pero nunca pensando en predicar

 

tratando de asir algo

sin nombre divino

algo con apariencia

de olas azules y roca gris-azul

y que supiera a sal

 

***

 

Un camino rocoso

y el olor a fuco

entre Fairlie y Largs

 

La neblina a la deriva

el brillo de las hojas de otoño

en las orillas de Lago Lomond

 

Fantasmales gaviotas en la niebla

kiiya, kiiya, kiiya, kiiya

Septiembre en Applecross

 

Tiree

en una mañana de marzo

en el reino del viento

 

Siete islas

bajo el sol de agosto

Islay, Jura, Scarba, Lunga, Luing, Shuna, Seil

 

***

 

Recorriendo la costa

todos esos estrechos, lagos y estuarios

 

percibiendo la apertura

sintiendo las líneas

 

orden y anarquía

caos y cosmología

 

geografía interior

 

¿Has oído a Corrievreckan

en las mareas de primavera

y en las ráfagas del oeste?

 

El bramido es tan intenso

que se escucha a veinte millas

 tierra adentro

 

las cartas marinas

señalan una velocidad de nueve nudos

 

para las mentes

que no calculan

aunque nada se les escape

es un violento torbellino blanco

 

origen

de una filosofía ola y viento

 

***

 

dejar que las imágenes

partan brillantes y veloces

 

y que los conceptos devengan extravagantes

(de enemigo salvaje a extranjero errante)

 

única manera

de nombrar la costa

 

toda la realidad irregular

de este Oeste litoral rocoso

 

***

 

Discurso pelágico

poética atlántica

 

de principio a fin

 

 

Altos Estudios

 

1.

¿para qué estudiar?

 

Para llegar al blanco –

habiendo sacudido las letras

hasta volverse iletrado

 

viviendo

en la luz innombrada

 

2.

De cuando en cuando

subo a las montañas:

fuego y nieve –

bordeando hora tras hora

el curso negro del rio

lentamente hacia la cresta

o bien, al derretirse la nieve

remontando la foresta

hacia la fina hierba y las rocas

las tierras altas –

allí en la quietud

pensando en nada

solo el cuerpo moviéndose

 

3.

Extraordinario territorio ontológico

 

4.

O en mi estudio

con los libros de caligrafía

bebiendo té o vino blanco

y lentamente hojeando las páginas:

Canción del Espejo Diáfano

Ensayo de Mil Caracteres

Notas del Retiro de Quietud

El Pabellón del Viejo Borracho

Tratado del Entendimiento…

 

5.

Pero la más hermosa pieza de caligrafía

que jamás haya visto

(años atrás en Taiwán)

es una carta de treinta caracteres

escrita por Wang Hsi-chih

en un rudo invierno del siglo IV

a un buen amigo suyo

preguntándole como estaba

en esos días fríos

una pieza de caligrafía

que bajo el título de

«Cielo claro justo antes de nevar»

Cambio de manos durante mil anos

cada uno de sus poseedores

rebautizando su estudio en su honor

de manera que por mil anos

en algún lugar de China

hubo un estudio llamado «Justo antes de nevar»

 

6.

Si yo bautizara mi estudio

por el par de papiros

colgados en el muro:

 

siete

millas

riachuelo

brilla

resplandeciente

afuera

 

vista

diez

mil

colinas

otoño

 

tendría algo parecido a

Estudio del Riachuelo de Siete Millas

o

Estudio de la Diez Mil Colinas

 

7.

En el Estudio de las Diez Mil Colinas

leyendo:

«Aquellos que conocen la verdad

no son iguales

a aquellos que la aman

y aquellos que la aman

no son iguales a aquellos

que se deleitan con ella»

 

8.

Escribiendo también:

toda la mañana

esto formándose que se muestra silencioso

tomando forma, deformándose, reformándose

entre la nieve

et lenguaje y yo

probando adjetivos, tantos adjetivos

recorriendo verbos

(un bello remolino de verbos)

como llamarlo a todo, ya

es mediodía, y

queda tan poco, solo

frescor – quietud – suave

torbellino – incandescencia…

cuando, al abrir una gramática china

(el olor de Glasgow aun

impregna la roja portada)

mis ojos se posan en ta yü hsüeh :

gran lluvia nevada

 

9.

Movimientos en un silencio de nieve

esta línea aquí

esta línea allá

no hay búsqueda de sentido

solo una caligrafía

un escrito anónimo y sin razón

que dice sin decir

el pleno remolino de

el murmullo interior de

este silencio de nieve

 

 

Notas venecianas

 

1. Sobre el techo del Londra Palace

¡Qué combinado y variado movimiento!

 

Barcazas, lanchas, ferris

cruzan y recruzan

góndolas ancladas balanceándose

y un inmenso tanquero de Estambul

siendo arrastrado, lentamente

a lo largo del resplandeciente Canal de la Giudecca

 

a lo alto, el doblar melodioso

de la campana de San Jorge

 

2. En la Basílica

Ciudad marina, ciudad abierta

 

donde llego Marco en un navío

y Pelagio vino volando

sobre las azules alas de una tormenta

 

ciudad de pisos ondulados

y mármoles dibujados por la tierra

 

ciudad de sueños flotantes

 

3. En la proa de la Dogana

La marea golpea contra madera y piedra

gaviotas del Adriático

tornan chillando

en la claridad de la ventisca

 

OK, il prezzo e giusto

 

quizás, como una curiosa contribución

a la biblioteca nómada y geopoética

he debido haber comprado ese

«Libro de apuntes de un Americano

en el ano 1860»

que ofrecía un anticuario…

 

4. En los jardines

Es posible que Oversoul

sea « irgenwie nordisch »

como aclaraba en la tratoria

el profesor de Munich

 

un Plutón erosionado

observa una Proserpina picada de viruelas

 

Me recosté afuera en un banco

cerca de un florecido viburno

 

5. En la isla San Pedro

En los pasajes y las rías

luces y sombras

líneas multicolores de ropa tendida

 

en una galería empedrada

una mujer reparte trozos de carne

a una manada de treinta gatos

todos flacos, de grandes ojos, y salvajes

 

6. En el Palacio de los Dogos

Manteniendo la mirada

sobre mar y tierra

 

comisiones y promesas

manuscritas con claridad

 

llegan embarradores ingleses

(no se muestren aburridos)

 

como comulgar ola y vocablo

 

7. En Torcello

Tomas un vaporetta

en Nueve Fundamenti

 

Murano respira fiero calor

y despliega cristal frio

 

atraviesas San Giacomo en Palude

y la isla de encajes de Burano

 

aguas tranquilas, islotes de pantano

tierra de gaviotas

 

cuando sales del N°12 en Torcello

el sol antes blanco es ahora rojo brillantes

una catedral en una isla

perdida, abandonada

 

un trino de pájaros, un gato vagabundo

y un viejo remando en un bote azul

 

8. Ventana del hotel, atardecer

Anocheciendo

voces desvaneciéndose desde los muelles

gondoleros cubriendo sus barcas

 

y súbitamente, a lo largo de la laguna

se encienden los canales ocultos

 

9. Un sueño de barcos

Barcas egipcias de rio

anidadas entre juncos

balsas como hojas flotantes

en el lago de Nemi

los trirremes y quinquerremes

rítmicos, determinados

barcos fenicios abriendo sabiamente su ruta

entre la niebla de un mar inexplorado…

 

 

Labrador

 

1.

Otro amanecer

fuera de Groenlandia

ballenas bramando en el mar helado

y el vasto cielo

resonando con el viento

 

una vez más sentí esta amplitud

como una ebriedad

pero era más fría y más clara

que la pudiera salir de un jarro

es por lo que siempre vivido

por lo que siempre viviré

hasta que me arrojen

al seno de las olas

sobre

las cuales bailaba

 

existen aquellos que se deleitan

en la tormenta de espadas

y aquellos que hacen

discursos públicos con palabras

son los guerreros y los gobernantes

yo preferí otros caminos

los senderos solitarios del cielo de arenas

el camino de gaviotas

 

en todos mis recorridos solitarios

pensé en muchas cosas

pensé en la tierra

en sus orígenes

cuando el tiempo era secuencia e frías auroras

y el espacio estaba lleno

de alas de pájaros alucinados

 

soñé con un lugar primordial

un lugar de piedras, corrientes rápidas y vacío

cada mañana

el sol elevándose sobre el fresco mar del Este

y durante el día batiendo

sobre las rocas, sobre las aguas

 

la tierra era entonces un lugar sin nombre

he amado lugares sin nombre

ahora hay una plétora de nombres

a Noruega le de los ríos azules

la llenaron de nombres

las Hébridas y aun Groenlandia

nombres, nombres, nombres

y un tumulto de amargos clamores –

era tiempo de ir mas al Oeste

 

y entonces otro amanecer

fuera de Groenlandia

y sin ninguna tierra a la vista

solo las verdes olas y el viento

y una fuerte visión interior

 

2.

Yo también llamé un lugar

un lugar de grandes rocas

y el sol brillando sobre ellas

un lugar lleno

de remolinos y corrientes de agua

lo llamé Playa Maravillosa

viví allí un invierno

fue un tiempo de blanco silencio

tallé un poema en las rocas

alabando al invierno y al blanco silencio

las mejores runas trazadas por mi

 

hombres de ojos alargados y pómulos salientes

me visitaron

les di ropas

ellos me dieron cueros

hubo paz entre nosotros

 

cuando llego la primavera

todos los riachuelos corrían iluminados

y el gran rio reflejaba el cielo

viaje más al Sur

hacia regiones boscosas

encontré hombres rojos

vestidos como pájaros

 

sentí una tierra nueva

un mundo nuevo

pero evité nombrarlo tan pronto

satisfecho de usar mis sentidos

sintiendo mi camino

paso a paso hacia la realidad

 

ya no era cristiano

ni había vuelto a Thor

había otra cosa

llamándome afuera

y esperando, quizás, ser llamada

 

algo sensual

y sin embargo abstracto

algo pavoroso y sin embargo hermoso

estaba fuera de mi alcance

y sin embargo

mas yo que yo mismo

 

recordé conversaciones en Noruega

el hablar de pensadores y poetas

pensé en las aladas palabras de las Hébridas

 

aquí no había lugar para Cristo ni Thor

aquí la tierra labro su destino

destino de rocas y arboles

de luz y sombras

labro su destino en silencio

más difícil que el latín

 

que aprendí en Bergen

o que el irlandés de Dublín

 

3.

Todo un nuevo campo

donde trabajar y pensar

y en cada uno de mis pasos

conocí en mi un singular vigor

la mente cada día más alerta, más clara

 

ensayé algunos otros nombres

(revisando cuidadosamente cada uno

probándolos mentalmente

y en mi lengua):

Rio de la Ballena Grande, Punta de los Esquimales

Lago de la Cabaña India, Paso del Caribú

pero sin ningún nombre para el todo

deseaba nombrar las partes

pero no el todo

 

un hombre necesita fijar su conocimiento

pero necesita también un vacío

donde moverse

 

vivía y caminaba

como nunca antes

me hice un poco más que humano

conocí una identidad mayor

 

las huellas del caribú sobre la nieve

el volar de los gansos salvajes

el otoño rojo del arce

mordido por la escarcha

todos éstos tornaronse más reales para mi

mas realmente yo

que mi proprio nombre

 

me sorprendí diciendo cosas como

«uno con el espíritu de la tierra»

pero no existía «espíritu alguno»

era un lenguaje en desuso

y éste era un nuevo mundo

y mi mente era, casi, nueva

no existía nada como «espíritu»

solo las huellas azules en la nieve

el volar de los gansos

la hoja mordida por la escarcha

 

religión y filosofía

lo que había aprendido en iglesias y escuelas

era demasiado pesado

para esta vida viajera

lo único que me quedo fue la poesía

pero una poesía

tan evidente como respirar

una poesía como el viento

y la hoja de arce

que yo me recitaba

recorriendo la tierra

 

hoy soy un hombre viejo

un viejo muy viejo

he arañando estas runas en una roca

serán mi testamento

quizás nadie las lea

y no tiene importancia

permanecerán en la roca

al lado de los arañazos del hielo

abiertas al viento y la intemperie

 

 

La casa de las mareas

 

A cinco millas del pueblo

llegas a un lugar llamado

el Campo Blanco

 

dos alas y una blancura

(ideograma para «perseverancia»)

 

landas, una costa rocosa

y unas cien islas

el mar a menudo verde, verde tempestad

pero de tanto en tanto

de un azul intenso

un azul que corta el aliento y siempre picado

 

paz, paz, en las crestas

 

un lugar, éste, de oscuridad y luz

oscuridades y luces

en rápida sucesión

el sol revela, nubes velan

y siempre una música

de viento en la landa, marea en la orilla

y un silencioso

un quinto cuarteto

«debemos estar quietos

y siempre en movimiento

para una nueva unión

una comunión más profunda

a través de la oscuridad fría

 y de la desolación vacía

el grito ola, el grito viento

las vastas aguas

del petrel y la tonina»

 

un camino bordeado de retamas

esta casa de piedra

tapizada con miles de libros

que hablan de ideas, de islas

siguiendo un orden

aun escasamente aprehendido

vagamente sentidos

 

caotismo

 

¿donde estamos?

¿a donde vamos?

Alguien que ha descifrado su salida

entre la maleza

dice que es cuestión de

moverse hacia un nuevo lugar

una claridad

hablamos aquí en términos de

atlántica

inhalación y aliento

 

espacio pelágico:

dejado afuera y atrás

cuando se construyeron los caminos

y los códigos de orden

se clavaron en la mente

lo que se abandono

haciéndose más y mas

una frágil expresión

 

aun allí en el grito de gaviotas

el romper de las olas

esas oscuridades, esas luces

(¿pero quién oye?¿quién ve?

¿quién sabe decir?)

 

otra tierra mentalmente

encaminándome entonces

en el paisaje

andando

en lo blanco

de la mañana

 

caminando y observando

escuchando

 

flores amarillas

moviéndose en el viento

un cuervo en una rama

croando

el riachuelo

reflejando el cielo

en sus pliegues azul grisosos

blanca playa, alga

el caminar gallardo

de pájaros ostreros

 

un cangrejo azul rasguñando en un charco

brillante concha

 

las notas se acumulan

 

hacia una escritura

que piensa en algo mas

que en el arte de hacer versos

con simples generalidades

y quejas personales

 

archipiélago atlántico

y un sentido de algo

por cosechar

 

la mente rasguña

como un cangrejo azul en un charco

revolviéndose con el viento

refleja el cielo en ondas

se eleva

deja trazos en la arena

echada libremente

al borde de la marea

 

regresa a los libros

los innumerables manuscritos

 

scriptorium

in candida casa

altus prosator

 

binoculares dirigidos también

hacia el rojo techo

de la abandonada fábrica de sardinas

en lo alto del promontorio

especie de homologación

 

un lugar para trabajar

(para elaborarlo todo)

un lugar para

cobijar une extrañeza

esta extraña actividad

(¿filosofía?¿poesía?

¿practica?¿teoría?)

 

de una acumulación de hechos

hacia el poema plural

 

mal allá de la generalidad


(traducción : Maguy Blancofombona y Ernesto Mächlert Tobar

Pequeña Venecia, Caracas, 1997)